Para el uso de este tipo de tarjetas, igual que con las tarjetas convencionales, es necesario conocer el número de identificación de la tarjeta, tarjetas virtuales de debito la fecha de caducidad y el código de seguridad o CVV. En muchas ocasiones su uso se complementa también con validaciones adicionales como la confirmación a través de un código recibido por SMS o confirmación a través de un PIN.

¿Cómo funciona una tarjeta virtual?

El funcionamiento de una tarjeta virtual es, en la mayoría de los casos, similar al de una tarjeta prepago y deben ser cargadas desde una cuenta corriente. Una vez consumido el saldo, será necesario volver a cargarlas para poder continuar usándolas. Si ocurriera el caso contrario y no agotamos el saldo cargado, el importe existente en la tarjeta virtual siempre podrá ser abonado de nuevo en una cuenta corriente.

Actualmente existe un mercado de tarjetas virtuales cada vez más amplio, desde algunas tarjetas que tienen una duración de 24 horas hasta aquellas que incluso permiten emitir una tarjeta de crédito virtual.

¿Cómo puedo solicitar una tarjeta virtual?

Muchas entidades financieras ofrecen, a través de su app o su web, la posibilidad de que los clientes soliciten una tarjeta virtual.

Las principales ventajas de las tarjetas virtuales son:

Al funcionar a través de recarga, nos permiten tener un control total sobre los gastos. Nunca será posible sobrepasar el límite ya que este será el dinero que previamente se ha cargado en la tarjeta.Al tratarse de una tarjeta virtual, no existe la posibilidad de pérdida o robo que tiene la tarjeta física.Posee todas las condiciones de seguridad que tienen el resto de tarjetas.Las tarjetas virtuales son emitidas de forma gratuita y no tienen comisiones de mantenimiento.Por su seguridad, el uso de este tipo de tarjetas es una opción muy recomendada para realizar compras online.